Todos sabemos que la piel es el órgano más grande del cuerpo humano. Sin embargo, un gran porcentaje de la población tiene problemas con alguna patología de la piel. En dermatología, las lesiones elementales de la piel son una de las enfermedades más diagnosticadas, incluyéndose aquí la rosácea, la dermatitis atópica y la psoriasis. Las sensaciones de escozor, quemazón y picor caracterizan a quienes sufren de sensibilidad en la piel y, actualmente, estas enfermedades son tan comunes que están pasando a ser una preocupación global. El diagnóstico, la fisiopatología y el tratamiento son todavía un tema de debate entre los profesionales.
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Los tipos de lesiones elementales de la piel más comunes en dermatología
Rosácea
La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta principalmente a la cara y se considera como una de las lesiones elementales de la piel. Si no se trata, la rosácea empeora con el tiempo. Como el acné, el eczema y la alergia cutánea tienen algunos síntomas similares, la rosácea en ocasiones se confunde con uno de esos problemas. La rosácea afecta a 415 millones de personas en todo el mundo. Se manifiesta en forma de eritema, enrojecimiento, sarpullidos en la piel o arañas vasculares, y puede producir quemazón con ciertos productos de uso tópico, dando lugar a la aparición de pápulas y pústulas.
Eczema en Dermatitis atópica
En dermatología, las lesiones eczematosas de la piel provocadas por la dermatitis atópica son un trastorno crónico de la piel muy común que actualmente afecta a la vida de una gran cantidad de personas. Es la enfermedad inflamatoria más común de la piel y afecta al 3 % de las personas adultas que sufren picor crónico o recurrente a escala mundial. En Francia, por ejemplo, esta enfermedad es grave en casi un 10 % de los pacientes. Es la segunda enfermedad cutánea más común tras el acné. El eczema afecta al 15 % de los bebés y al 20 % de los niños menores de 7 años, por lo que conlleva un alto coste social y económico. La patogénesis de este trastorno no está del todo clara y el 70 % de los pacientes siguen buscando soluciones. Por ejemplo, el 45 % de los padres de niños de entre 0 y 4 años que compran BPC están de acuerdo en que es difícil saber qué producto es seguro para sus hijos. En total, el 20 % de la población infantil del mundo padece eczema.
Psoriasis
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta a 125 millones de personas en todo el mundo. Tiene una fuerte predisposición genética y rasgos patógenos autoinmunes. Algunos síntomas de esta enfermedad, que suele ser debilitante y dolorosa, son la descamación, el sangrado, el picor, la inflamación, quemazón, eritema y fatiga. Su tasa de prevalencia mundial es del 2 % aproximadamente, pero algunas regiones se ven más afectadas que otras, considerándose una de las lesiones elementales de la piel más comunes. Por ejemplo, la población asiática y algunas poblaciones africanas tienen una prevalencia menor que las poblaciones escandinavas. Actualmente, la psoriasis no tiene cura y, debido a ello, puede afectar al bienestar mental.
El síndrome de la piel sensible
Pese a que anteriormente no se consideraba tan presente, el síndrome de la piel sensible ha mostrado una alta prevalencia en los estudios actuales. Para un gran número de consumidores europeos, la piel sensible sigue siendo un gran motivo de preocupación y actualmente las marcas pueden ofrecer un enfoque integral mediante orientaciones y actividades clave. Los estudios muestran que el 43 % de las mujeres de Francia afirma tener la piel sensible. Un porcentaje similar de mujeres italianas (48 %) afirma lo mismo, y un número sorprendentemente considerable de hombres en el Reino Unido (32 %) sufre el mismo problema.
Un cuidado sano y natural frente a la sensibilidad en la piel
Estudios recientes han mostrado que los productos cosméticos, los cambios de clima y el deterioro de la barrera cutánea son los factores que más contribuyen a las lesiones elementales de la piel y la sensibilidad de la piel. Los productos cosméticos naturales, orgánicos y sin parabenos son imprescindibles, y la slow beauty es una expectativa ya establecida. Los ingredientes con propiedades calmantes, como el cáñamo, el té matcha, la cica, la moringa, la cúrcuma o la palma de burití son cada vez más utilizados en los productos cosméticos, especialmente en los destinados a pieles sensibles y propensas a las alergias. Para estas enfermedades, es de vital importancia que los productos para el cuidado de la piel no contengan productos químicos agresivos.
En este sentido, el avance en ciencia cosmética está permitiendo desarrollar formulaciones que ponen el blanco en la piel sensible. Un ejemplo es el empleo de poli hidroxiácidos, ácidos carbólicos orgánicos para la hidratación, con un poder antioxidante similar al de las vitaminas C y E, y adecuados para pieles y zonas sensibles.
La belleza positiva puede complementar la dermatología
La famosa actriz de Hollywood Blake Lively ha afirmado: «Lo más bello que te puede vestir es la confianza». Nada más cierto que esto. Es innegable la relación que existe entre las patologías cutáneas y la salud emocional, por lo que es muy importante ocuparse de estas patologías desde una perspectiva holística, como se vio en las tendencias cosméticas durante la pandemia.
En Estados Unidos, el 40 % de las personas adultas confían en la comunidad científica, mientras que el 30 % de las personas adultas en China con enfermedades cutáneas no toma ninguna medida y deja que la enfermedad cutánea se cure sola (Pew Research Center; kuRunData/Mintel). De forma similar, en el Reino Unido, el 70 % de las personas tienen enfermedades cutáneas visibles o cicatrices que afectan directamente a su confianza (British Skin Foundation), mientras que en Francia el 76 % de las mujeres está de acuerdo en que sentir confianza en uno mismo es mejor que tener un aspecto perfecto (Lightspeed/Mintel; base:).
En dermatología, las lesiones elementales de la piel son un diagnóstico extremadamente común. Tener confianza en nuestra piel es más importante que tener una piel perfecta, por lo que son cada vez más las marcas de cuidado de la piel que conectan emocionalmente con el consumidor, promoviendo la confianza mediante mensajes positivos y prestando especial atención a los beneficios emocionales.
Preguntas frecuentes sobre lesiones elementales de la piel
¿Cuáles son las lesiones elementales de la piel?
Las lesiones elementales de la piel son características o manifestaciones. Cuyas son visibles en la superficie de la piel que pueden ser causadas por diversas afecciones.
Contar con este catálogo de lesiones permite a médicos y dermatólogos diagnosticar y clasificar diferentes trastornos cutáneos. Algunas de las lesiones elementales de la piel incluyen: las máculas, pápulas, placas, vesículas, pústulas, nódulos, ronchas, erosión, úlcera o escama.
¿Cómo se clasifican las lesiones elementales?
Aunque algunas afecciones pueden presentar características mixtas o únicas que no encajan estrictamente en una clasificación específica, las lesiones elementales se clasifican normalmente en estos dos grupos:
- Lesiones primarias: se desarrollan como resultado directo de una enfermedad cutánea o una condición inicial. Es decir, aparecen por primera vez en la piel sana
- Lesiones secundarias: se desarrollan a partir de las lesiones primarias o como resultado de cambios progresivos en la enfermedad o afección cutánea.
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