Durante los últimos cinco años, la aparición del término «belleza natural» en las redes sociales se ha multiplicado en un impactante 29 000 %. Este es un claro síntoma de una mayor sofisticación de los consumidores, que buscan productos naturales y son conscientes de que lo natural es siempre seguro o eficaz. De este modo, los consumidores exigirán a los químicos cosméticos el uso de ingredientes respetuosos con el medioambiente y probados científicamente: actualmente, un 33 % de los millennials piensa que es importante que las marcas de belleza y aseo tengan una base científica (Mintel 2020). De cara al futuro, se prevé que esta tendencia será aún más pronunciada.
A lo largo de la próxima década, los consumidores someterán las listas de ingredientes a un escrutinio mayor que nunca. La responsabilidad corporativa y las prácticas éticas serán también fundamentales para atraer clientes a medida que aumenta la demanda de productos sostenibles. Sin embargo, los consumidores empiezan a reconocer que las elecciones más sostenibles y naturales pueden proceder de un laboratorio. En el futuro, las creaciones de laboratorio pueden ser los nuevos productos orgánicos y la biotecnología puede ser la nueva belleza ética. En este artículo analizamos esta interesante previsión de las tendencias.
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Descifrar la belleza vegana
En 2019, el 46 % de todos los productos de belleza y cuidado personal presentados en el Reino Unido tenían reclamos éticos y medioambientales, frente al 27 % en 2015 (Mintel, 2020). Sin duda, los consumidores se preocupan cada vez más por el impacto medioambiental de sus rutinas de belleza y aseo, aunque su idea de sostenibilidad es cada vez más sofisticada. Los consumidores entienden que, aunque un ingrediente sea de origen natural, la cadena de suministro no siempre es ecológica. Actualmente, el 22 % de la población adulta piensa que los reclamos de los productos de belleza y aseo ecológicos no siempre son de fiar (Mintel, 2020).
Como resultado, los conceptos «vegano», «orgánico» y «natural» siguen evolucionando. Según un informe de Mintel sobre las tendencias en 2030, las creaciones de laboratorio se convertirán en los nuevos productos orgánicos o libres de crueldad animal. Para responder a la demanda de los consumidores de productos de belleza que sean naturales, sostenibles y seguros, las marcas de belleza deben mejorar sus ingredientes naturales procesados. Mediante las técnicas de bioingeniería, las marcas de belleza y cuidado personal pueden ajustar sus fórmulas naturales para mejorar la eficacia, la seguridad y la sostenibilidad.
Ya existen proyectos paralelos en los sectores de la alimentación y las bebidas. Las empresas de semillas utilizan la secuenciación del ADN y algoritmos personalizados para mejorar la resistencia de las semillas y el nivel nutricional de los frutos que producen. Gracias a la creación de una extensa base de datos, las empresas pueden crear plantas no transgénicas con una composición nutricional específica. Esta es claramente una posibilidad igual de interesante para las marcas de belleza natural u orgánica.
Cuantificar el cuidado gracias al aprendizaje automático
No solo hay oportunidades basadas en los datos para el desarrollo de ingredientes, también las hay para el ámbito del marketing. Gracias a las técnicas de datos, aprendizaje automático y neuromarketing, las marcas pueden medir con precisión la recepción de sus productos. Con los nuevos conjuntos de datos avanzados, las marcas pueden comercializar sus productos con confianza dirigiéndose a las preferencias concretas de sus consumidores. Esto permitirá a las marcas desarrollar campañas mucho más atractivas y, al mismo tiempo, responder a la demanda de una mayor personalización.
Uno de los enfoques más interesantes en este sentido es la tecnología de lectura cerebral. Durante las pruebas, los químicos cosméticos pueden medir la reacción emocional del participante, cuantificando el aspecto inconsciente del proceso de toma de decisiones. Las empresas que lo han integrado en sectores como los videojuegos y la sanidad ya están aprovechando estas tecnologías, ajustando sus lanzamientos de productos para maximizar el éxito.
Los químicos cosméticos del futuro, ahora
Provital tiene el compromiso de estar siempre a la vanguardia. Para desarrollar el ingrediente activo Wonderage™, Provital se ha asociado con Kernel, especialistas externos en estudios neuronales. Combinando su experiencia, Provital y Kernel desarrollaron una tecnología basada en la inteligencia artificial que utilizaba bases de datos de imágenes y datos genéticos para que un químico cosmético midiera la reacción emocional de los participantes durante las pruebas.
Con esta tecnología, Provital pudo cuantificar las sensaciones de bienestar de los participantes y, así, ajustar el producto para mejorar estos efectos. Durante un estudio doble ciego, Provital comparó las reacciones de 47 voluntarios que utilizaban Wonderage™ al 2 % o un placebo. Según los resultados del estudio, el 67 % de los participantes que utilizó Wonderage™ sintió un mayor grado de bienestar y positividad. Este planteamiento de la reacción humana basado en la inteligencia artificial fue fundamental para el desarrollo del ingrediente.
Los consumidores son cada vez más sofisticados. A lo largo de la próxima década, sus percepciones y actitudes respecto a la belleza natural evolucionarán, por lo que la industria de la belleza y el cuidado personal debe evolucionar con ellos. Wonderage™ y la tecnología de la inteligencia artificial son solo un ejemplo, y hay margen aún para muchas más innovaciones en belleza basadas en la biotecnología.
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