El surgimiento de los adaptógenos como ingredientes prometedores, en el ámbito del bienestar y el cuidado natural de la piel, ha hecho que la investigación en torno a los adaptógenos naturales haya cobrado impulso.
A grandes rasgos, los adaptógenos naturales, obtenidos de plantas, hierbas y setas, pueden definirse como un espectro de sustancias, que ayudan al organismo a adaptarse al estrés y mantener el equilibrio. Aunque sus implicaciones para los tratamientos de salud son muchas (desde el fomento de la recuperación y la superación física hasta la gestión del estrés crónico), el uso de adaptógenos en la industria de la belleza, como la ashwagandha, se está convirtiendo en una tendencia clave.
Según un estudio de Verified Market Reports, el mercado de los adaptógenos está experimentando un valor significativo en los últimos años, alcanzando los 10.360 millones de dólares en 2023. Por otro lado, cada vez más consumidores buscan soluciones naturales basadas en adaptógenos, lo que genera una mayor demanda de estos productos, con lo cual se estima que alcanzará los 17.130 millones de dólares en 2030, con una tasa de crecimiento interanual del 7,2 % entre 2024 y 2030.
En este contexto, explorar los mecanismos de los adaptógenos naturales, además de sus propiedades beneficiosas para la salud cutánea, es una importante oportunidad de innovación en el segmento del cuidado de la piel, basada en la eficacia.
Content
¿Qué es un adaptógeno? Comprendiendo los mecanismos de los adaptógenos naturales
Los adaptógenos comprenden una gran variedad de sustancias naturales (normalmente hierbas o plantas) que contribuyen a ayudar al cuerpo humano a mejorar su capacidad para resistir y recuperarse de los factores estresantes físicos, mentales y emocionales.
Si bien los mecanismos de los adaptógenos naturales son diversos, gracias a su rica y compleja composición fitoquímica, todos intervienen en la regulación de diversos procesos fisiológicos relacionados con el restablecimiento del equilibrio en situaciones de estrés.
Los efectos de dichos mecanismos se pueden clasificar en tres categorías principales:
- Ayudar al cuerpo a adaptarse a diversos factores estresantes (físicos, químicos o emocionales).
- Ayudar a regular las hormonas del estrés, como el cortisol.
- Favorecer la modulación del sistema inmunitario.
Adaptógenos naturales para la piel: lo que dice la ciencia
La modulación del eje HPA y la salud de la piel
Según refleja un estudio, publicado en 1994, en Science Direct (Wagner et al, artículo original en inglés) el estrés crónico puede contribuir a afecciones cutáneas como el acné y el envejecimiento prematuro, por lo que el mecanismo adaptogénico implicado en la gestión del estrés puede desempeñar un papel en la mejora de la salud de la piel. Más concretamente, los adaptógenos naturales se centran en regular el eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal (HPA por sus siglas en inglés), que controla la respuesta del organismo al estrés. Esto incluye la ingesta de adaptógenos vegetales, como la raíz de Rhodiola rosea, según un análisis publicado en la National Library of Medicine (Panossian et al., 2009, artículo original en inglés).
Esta acción, además de ser beneficiosa para la salud en general, en el caso concreto de la piel, se ha descubierto que la regulación del eje HPA cutáneo repara la barrera de la piel y mantiene la homeostasis cutánea, “influyendo en la vía del estrés oxidativo para inhibir la inflamación” y “consiguiendo, en última instancia, el tratamiento de las enfermedades cutáneas y el mantenimiento de una buena salud”, según refleja el estudio de Liu et al., publicado en inglés, en la National Library of Medicine (NLM).
Actividad antioxidante
Muchos adaptógenos naturales conllevan propiedades antioxidantes, que ayudan a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres y los factores estresantes ambientales.
Efectos antiinflamatorios
Ciertos adaptógenos naturales ayudan a reducir la inflamación, a menudo asociada a afecciones cutáneas como el acné, el eccema y la rosácea.
En concreto, se ha descubierto que los mecanismos antineuroinflamatorios de los adaptógenos naturales regulan la expresión génica de las citocinas anti y proinflamatorias, con lo cual tienen la capacidad de modular las vías de señalización, según refleja un estudio publicado en la NLM (Wróbel-Biedrawa y Podolak, 2024, artículo original en inglés).
Equilibrio hormonal
Las hormonas (como el cortisol) tienen un importante impacto en la salud de la piel: desde acelerar su envejecimiento hasta provocar brotes de acné o inflamación. De ahí que los adaptógenos naturales, conocidos por favorecer el equilibrio hormonal, también influyan positivamente en la salud de la piel, contribuyendo a mejorar su función y resistencia.
Por ejemplo, se descubrió que la Rhodiola rosea reduce los niveles de hormonas liberadoras de corticotropina, a través de su efecto sobre el eje HPA, incluidas la corticotropina, el cortisol y la epinefrina, como lo refleja un estudio, publicado en inglés, en la NLM (Todorova et al., 2021).
Ayuda al sistema inmunitario
El sistema inmunitario también es fundamental para la salud general de la piel y, más concretamente, para la cicatrización de las heridas. Ciertos adaptógenos naturales apoyan y regulan el sistema inmunitario, como el P. ginseng, que ha demostrado resultados en la mejora del metabolismo de la glucosa y la moderación de la respuesta inmunitaria, según el estudio académico de Shergis et al., 2012, publicado en inglés, en la Wiley Library.
Los 5 mejores ingredientes adaptógenos para el cuidado de la piel
Ashwagandha (Withania somnifera)
La ashwagandha es una hierba adaptógena venerada en la medicina ayurvédica, siendo utilizada por sus propiedades reductoras del estrés, ya que ayuda a equilibrar los niveles de cortisol y a reducir la inflamación.
Ginseng (Panax ginseng)
Profundamente arraigado en la medicina tradicional de Asia Oriental y Norteamérica, el ginseng se ha utilizado para aumentar los niveles de energía y mejorar el bienestar general. Aplicado a los cosméticos, el EXTRACTO DE GINSENG GNBN, de Provital, presenta una actividad antienvejecimiento y antiarrugas, gracias a que aumenta la síntesis de colágeno, entre otras ventajas.
Rhodiola rosea
Conocida comúnmente como raíz de oro o raíz de rosa, la rhodiola rosea, originaria de las regiones altas y frías del hemisferio norte, es a menudo utilizada para combatir la fatiga y mejorar la claridad mental. Gracias a sus propiedades adaptógenas, antioxidantes y antiinflamatorias, la rhodiola rosea se ha convertido en un ingrediente muy apreciado en el cuidado de la piel, contra el estrés medioambiental.
Raíz de regaliz (Glycyrrhiza glabra)
La raíz de regaliz contiene compuestos con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, por lo que es beneficiosa para calmar la piel irritada y reducir la hiperpigmentación. Se ha descubierto que Regaliz, de Provital, favorece la actividad antiinflamatoria, estimula las defensas cutáneas y actúa como protector general de la piel.
Hongo Reishi (Ganoderma lucidum)
El hongo reishi, originario de China, Japón y Corea, ha formado parte de la medicina tradicional de estas culturas durante milenios. Es conocido por sus propiedades inmunoestimulantes y antioxidantes, por lo que su mecanismo adaptógeno favorece la salud general de la piel y la cicatrización de las heridas.
Cómo incorporar los adaptógenos naturales a la rutina del cuidado de la piel
Los adaptógenos naturales se pueden incorporar a diversos productos para el cuidado de la piel, como sueros, cremas hidratantes y mascarillas faciales. Si bien, a la hora de elegir dichos productos adaptógenos, es fundamental buscar fórmulas que contengan extractos estandarizados de alta calidad.
En Provital, nuestro objetivo es convertirnos en los mejores aliados de la innovación cosmética de origen vegetal. Por ello, ingredientes activos como nuestros extractos de ginseng, regaliz y cúrcuma constituyen una estrategia prometedora para el cuidado de la piel, con el fin de favorecer la respuesta del organismo al estrés y mantener la salud óptima de la piel.
No hay comentarios
Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.
Deja un comentario