Hoy día la contaminación del aire es una de las grandes preocupaciones de los consumidores a escala mundial. A pesar de décadas de progreso, la calidad del aire en todo el mundo ha comenzado a disminuir. ¿Pero qué es exactamente la contaminación del aire? Es una mezcla de partículas y gases que puede alcanzar concentraciones perjudiciales, tanto en espacios interiores como en exteriores. Sus efectos pueden variar desde un mayor riesgo de enfermedades hasta el aumento de las temperaturas. Y todo eso está sucediendo debido a la proliferación de las ciudades.
La urbanización es un fenómeno que ha ido en aumento y seguirá aumentando en las próximas décadas. Según la ONU, el 54 % de la población mundial vive actualmente en zonas urbanas y se espera que esta cifra aumente al 66 % para 2050. Cuanta más gente se traslade a las ciudades, más gente estará expuesta a la contaminación urbana. Al mismo tiempo, el crecimiento de la población urbana aumenta la presión sobre la infraestructura urbanística. Un mayor número de coches y vehículos de transporte público genera niveles más altos de contaminantes en el aire. El resultado es una disminución tanto de la calidad del aire como de la calidad de vida.
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Los efectos de la contaminación en la piel
El aumento de la contaminación atmosférica a lo largo de los años tiene importantes efectos no solo en la naturaleza, sino también en la piel humana. Aunque nuestra piel actúa como escudo biológico contra los contaminantes del aire, la exposición prolongada o repetida a altos niveles de estos contaminantes puede tener efectos negativos en la piel. Estas exposiciones se han asociado con el envejecimiento cutáneo, enfermedades inflamatorias o alérgicas de la piel (dermatitis atópica, eczema, psoriasis, acné, etc.) e incluso cáncer de piel. Los consumidores conocen los peligros derivados de la contaminación del aire y buscan formas de protegerse.
La preocupación de los consumidores por las enfermedades de la piel causadas por la contaminación ambiental
Las estadísticas reflejan la creciente preocupación por la calidad del aire: el 25 % de los consumidores del Reino Unido y el 43 % de los usuarios urbanos de internet en la India están preocupados por la calidad del aire local o los efectos de la contaminación atmosférica. Igualmente, el 34 % de los consumidores de China que alquila una propiedad desea que se publiquen datos sobre la calidad del aire en su zona.
Las estadísticas también han demostrado que la gente desea encontrar productos que puedan ayudar a proteger sus cuerpos de los efectos de las enfermedades de la piel causadas por la contaminación ambiental. Por ejemplo, en China, el 72 % de las mujeres de entre 20 y 49 años de edad sostiene que es esencial que los ciudadanos urbanos usen productos de cuidado personal con componentes anticontaminantes, y el 50 % de los encuestados señala que están más preocupados por el impacto de la contaminación en su piel que en el medio ambiente. Un segundo ejemplo interesante es el de Brasil, donde el 37 % de los consumidores desearía utilizar productos para el cuidado del cabello que lo protejan de la contaminación.
Lucha contra los efectos de la contaminación
Ante esta situación, ¿qué podemos hacer? Además de cuidar el medioambiente, una de las cosas que podemos hacer es usar productos que prometen contrarrestar o suprimir los impactos negativos de la contaminación, como el dúo desintoxicante de Provital Keracyn™ y Pronalen Bio-protect. Este producto antipolución para la piel combate las partículas presentes en el aire que dañan la piel. Los antioxidantes, en particular la vitamina C, juegan un papel importante a la hora de proteger nuestra piel de los efectos de la contaminación del aire. Por lo tanto, es muy recomendable incorporar un sérum de vitamina C en nuestra rutina facial diaria. El objetivo de estos productos es crear una especie de barrera entre tu piel y los contaminantes del aire. Gracias a las tecnologías de barrera cada vez más avanzadas, el sector de la belleza puede centrarse en crear productos que defiendan mejor la piel de las partículas dañinas y contaminantes.
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