Para quienes sufren con frecuencia de uñas frágiles y quebradizas, el uso de tratamientos para fortalecerlas uñas es un aspecto esencial. Además, teniendo en cuenta la importancia dada al esmaltado de uñas como rasgo de belleza, debido al impacto psicológico que estos problemas pueden tener en las personas, un adecuado crecimiento y fortalecimiento de éstas es también fundamental.
Sin embargo, las uñas son algo más que un rasgo estético: desempeñan funciones clave de protección, pero también pueden servir como un espejo donde se refleja el bienestar general. En este sentido, a fin de desarrollar fórmulas eficaces dirigidas a fortalecer las uñas, es fundamental conocer los aspectos científicos del crecimiento de las uñas y las causas de las afecciones más comunes.
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Comprendiendo los aspectos científicos del crecimiento de las uñas
Las uñas son un apéndice cutáneo muy especializado, compuesto, principalmente, de α-queratina, cisteína y arginina como aminoácidos principales, además de calcio.
La estructura de la uña puede describirse de la siguiente manera:
La placa ungueal, formada por tres capas diferentes (dorsal, intermedia y central), constituye la parte visible de las uñas.
La matriz de proliferación es responsable del crecimiento de la uña asociado a sus células madre, caracterizadas éstas por ciclos rápidos y capacidad de proliferación (Pulawska-Czub et al., 2021, artículo original en inglés).
El lecho, un tejido blando situado debajo de la matriz. Contiene vasos sanguíneos y nervios que proporcionan nutrientes y sensaciones a la uña.
La cutícula, una fina capa de piel en la base de la uña, que protege la zona de infecciones y ayuda a fijar la uña al dedo.
Todo esto describe el ecosistema armonioso donde, en condiciones normales, las uñas crecen de forma continua e, incluso, se pueden regenerar totalmente después de su extracción. En concreto, el ciclo natural de crecimiento de las uñas se divide en 4 etapas:
Fase anágena, en la que se produce el crecimiento activo de la matriz de la uña (puede durar entre 2 y 3 meses). En esta fase, las células sanas, recién formadas, se queratinizan y endurecen a medida que ascienden para formar la lámina ungueal.
Fase catágena, en la que el crecimiento se ralentiza (normalmente dura unas 2 semanas).
Fase telógena, se caracteriza por ser una etapa de reposo (que puede durar de 3 a 4 meses en las uñas de las manos y más tiempo en las de los pies).
Teniendo en cuenta el ciclo de crecimiento, el primer paso fundamental es garantizar la salud de la matriz de la uña. No obstante, hay múltiples factores que pueden afectar a este proceso:
Genética: influye en el grosor de las uñas y en su velocidad de crecimiento.
Factores externos: por ejemplo, el contacto con productos químicos agresivos, la exposición excesiva al agua y los traumatismos en las uñas, pueden debilitarlas y dificultar su crecimiento.
Nutrición: una dieta equilibrada y rica en vitaminas, minerales y proteínas es fundamental para el crecimiento de las uñas.
DiBiase y Tarleton, 2019 (artículo original en inglés) analizaron cómo «las deficiencias de micronutrientes suelen provocar anomalías cutáneas en la piel, el cabello y las uñas», mencionando «las vitaminas B riboflavina, niacina, piridoxina, biotina y vitamina B12». Las investigaciones también analizaron cómo la suplementación diaria con biotina «demostró un aumento del 25 % en el grosor de la lámina ungueal, en pacientes con uñas quebradizas» (Hochman, 1993, artículo original en inglés).
Al analizar la resistencia de las uñas, es importante comprender que las propiedades físicas de las mismas (dureza, flexibilidad y elasticidad) dependen de una amplia gama de factores, como su contenido en aminoácidos, su contenido en agua, la orientación de los filamentos de queratina y el engrosamiento de sus membranas celulares.
Afecciones comunes de las uñas y sus causas
A menudo, las uñas son un reflejo de la salud general del cuerpo. Como tal, algunas veces, los problemas persistentes en las uñas pueden indicar afecciones subyacentes, que deben tratarse de forma independiente tras consultar con un profesional de la salud. Algunos de los problemas más comunes relacionados con la salud de las uñas son:
Uñas quebradizas y rotas: la fragilidad de las uñas es un problema estético común, ya que afecta hasta al 20 % de la población, especialmente a las mujeres mayores de 50 años. Las uñas quebradizas se caracterizan por la «desorganización de los filamentos de queratina y de la estructura de proteínas y lípidos» (Lee y Lipner, 2022, artículo original en inglés). Según se ha descrito, las uñas quebradizas «pueden ser consecuencia de factores que alteran la producción de la lámina ungueal o de factores que la dañan» (Chessa et al., 2020, artículo original en inglés), entre los que se incluyen procesos normales de envejecimiento, deficiencias alimentarias, infecciones, enfermedades inflamatorias, traumatismos menores y fricción o exposición a agentes químicos.
Otras afecciones de las uñas:
Onicólisis: se caracteriza por la separación de la lámina y el lecho ungueales, y puede deberse a una amplia variedad de causas (desde traumatismos hasta infecciones fúngicas, psoriasis, reacciones alérgicas o hipertiroidismo). Los tratamientos deben abordar la causa subyacente.
Líneas de Beau: aparecen como hendiduras u hoyuelos horizontales, en una o más uñas, que pueden deberse a una lesión grave, enfermedad, enfermedad de Raynaud o exposición al frío. Lo que estos síntomas tienen en común es que interrumpen el crecimiento normal de las uñas. También en este caso, controlar la afección causante es clave, para promover el crecimiento de las uñas y hacer desaparecer estas hendiduras.
Coiloniquia: también conocida como uñas cuchara, son uñas en forma cóncava. Esta condición puede ser indicio de anemia por deficiencia de hierro, hemocromatosis o trauma en las uñas. Corregir la causa subyacente mejorará la condición.
Leuconiquia: una afección común que implica la aparición de manchas o líneas blancas en las uñas. Pueden ser causadas por traumatismos menores o deficiencias nutricionales, además de algunas enfermedades sistémicas. Dado que esta afección no afecta al crecimiento de las uñas, las manchas suelen desaparecer a medida que crecen las uñas.
Psoriasis ungueal: esta afección implica una amplia gama de síntomas (desde pequeñas depresiones hasta decoloración, engrosamiento o separación de las uñas del lecho ungueal). Se produce como una respuesta autoinmune y debe tratarse mediante tratamientos tópicos o sistémicos en casos graves.
Infecciones fúngicas: las uñas que se vuelven más gruesas, se decoloran, se resquebrajan o se separan del lecho ungueal puede que sufran una infección fúngica, normalmente causada por pequeñas heridas. Un remedio común son los medicamentos antimicóticos tópicos u orales, y en casos graves se puede recurrir al desbridamiento o extracción de la uña.
Buenas prácticas en el cuidado de las uñas
Teniendo en cuenta las causas de las afecciones y de los problemas comunes de las uñas, como la fragilidad, una rutina correcta para el cuidado de las uñas debe considerar lo siguiente:
Reducir al mínimo la exposición prolongada al agua, que puede dañar e hinchar la placa ungueal. Esto puede implicar el uso de guantes protectores para tareas que impliquen exposición al agua, como lavar los platos.
Hidratarse y mantener una ingesta adecuada denutrientes. Dos factores clave para la salud en general, que también están relacionados con la salud de las uñas. La hidratación correcta de las manos con cremas, también puede ser beneficiosa para mantener las uñas adecuadamente hidratadas.
Evitar cortar las uñas bruscamente, dejarlas demasiado cortas o limarlas en una sola dirección, todo lo cual puede ser perjudicial.
Tener cuidado con los productos que se aplican en las uñas. Para los tratamientos de uñas, se deben elegir productos no tóxicos y evitar los que contengan productos químicos agresivos. Los desinfectantes de manos a base de alcohol pueden resecar las uñas, al igual que la utilización de productos de limpieza o fórmulas de champú inadecuadas.
Conviene tener la misma precaución con el uso de uñas de gel y acrílicas. Si bien estas opciones pueden ser atractivas para mejorar el aspecto de las uñas, para garantizar su salud, es fundamental limitar su uso y darles un descanso entre tratamientos, ya que «los métodos utilizados para preparar las uñas para la decoración y todos los métodos para eliminar los productos aplicados dañan las placas ungueales sanas» (Batory, 2019, artículo original en inglés). En este sentido, el listado del INSST de los agentes químicos más comunes presentes en productos cosméticos para las uñas puede servir de referencia, a fin de examinar detenidamente las etiquetas de los productos y evitar los ingredientes nocivos.
Riceker™: una solución natural para el crecimiento y fortalecimiento de las uñas
Riceker™ es un extracto natural de arroz, desarrollado por Provital, que favorece el crecimiento y fortalecimiento de las uñas, ya que actúa sobre el mecanismo interno del ciclo de las mismas.
Este ingrediente, basado en un extracto de arroz soluble en agua, se basa en prácticas de belleza tradicionales muy conocidas que han utilizado el arroz para la salud de la piel y el cabello, aprovechando esta capacidad para el crecimiento de las uñas.
Dado que las uñas están compuestas principalmente de α-queratina (con cistina y arginina como aminoácidos principales), Riceker™ actúa aumentando la expresión de queratinas importantes para la resistencia mecánica de las uñas y el crecimiento de la lámina ungueal, especialmente KRT1, KRT5 y KRT16.
Ensayos in vitro han demostrado cómo Riceker™ aumenta la expresión génica de estas queratinas, dando lugar a los siguientes resultados:
Aumenta la queratinización de la uña, fortaleciendo,de esta manera,la lámina ungueal y su función de barrera.
Promueve el crecimiento de las uñas.
Aumenta el anclaje de la lámina al lecho ungueal.
En este sentido, Riceker™ destaca como una opción de tratamiento eficaz, basado en ingredientes naturales, para tratar el crecimiento ungueal, así como fortalecer las uñas desde la raíz.
La forma natural de fortalecer las uñas
Tal y como hemos visto anteriormente, hay una gran variedad de factores que influyen en la salud, el crecimiento y la fortaleza de las uñas, otro indicio más del enfoque holístico de la belleza que está arrasando en el sector.
Una vez descartadas o tratadas las afecciones de fondo, existen algunas prácticas fundamentales que pueden favorecer la salud de las uñas, tales como evitar los productos químicos agresivos o la exposición excesiva al agua. Por otro lado, los tratamientos que potencian la expresión de la queratina tienen un impacto directo sobre los mecanismos internos, para fortalecer las uñas.
La disponibilidad de ingredientes como el extracto de arroz Riceker™, de base científica, ofrecen un métodonatural para estimular el crecimiento de las uñas,adaptándose así a las preferencias actuales por fórmulas eficaces de origen vegetal.Para obtener más información o detalles sobre este tema, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo de expertos, siempre dispuestos a orientarte y ayudarte a elegir las soluciones que mejor se adaptan a tus necesidades.
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