Cocreando Belleza Natural

Reparación del daño en la piel y su relación con el ritmo circadiano

A pesar de que existen diferentes formas de abordar la reparación del daño en la piel, las investigaciones punteras más recientes se están centrando en el impacto que tiene el ritmo circadiano y en la salud cutánea integrada.

En general, una buena higiene del sueño ayuda a regular los ciclos circadianos, lo cual, a su vez, resulta en un mejor estado de salud, con procesos regenerativos y antioxidantes directamente relacionados con esos efectos positivos.

La dermociencia sigue avanzando y cada vez entendemos mejor cuál es el impacto del sueño y del ritmo circadiano sobre la reparación del daño en la piel, por lo que era cuestión de tiempo que se desarrollaran productos de cuidado de la piel orientados hacia esos procesos.

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¿Qué papel juegan el sueño y el ritmo circadiano en la reparación del daño en la piel?

En 2017, el Premio Nobel de Fisiología o Medicina se otorgó a un equipo de tres científicos por sus descubrimientos acerca de los mecanismos moleculares que controlan los ritmos circadianos. Esto concedió una atención sin precedentes a lo que se conoce de forma común como “reloj biológico”, que tradicionalmente se había ignorado.

La consecuencia más conocida de un ritmo circadiano desincronizado es la alteración de los ciclos sueño-vigilia. No obstante, la ciencia vanguardista del bienestar saludable ha sabido detectar rápidamente su impacto sobre la piel y concluir que las alteraciones de dichos ciclos pueden afectar al metabolismo fisiológico cutáneo, lo cual implica la aparición de signos de fatiga y de envejecimiento prematuro.

Los mecanismos subyacentes que se encargan de ello son los “relojes circadianos” periféricos descubiertos recientemente. Estos se encargan de regular, entre muchas otras funciones, los procesos celulares locales y los relacionados con el reloj circadiano central del cerebro, la pérdida de agua transepidérmica, la proliferación de queratinocitos, el flujo sanguíneo de la piel y su temperatura.

Estos relojes circadianos periféricos (reciben esta denominación porque se sitúan en la epidermis, y no en el cerebro) funcionan de la siguiente manera: se trata de una red que se retroalimenta, formada por activadores y represores, que están regulados por los dos genes circadianos clave, Clock (circadian locomotor output cycles kaput) y Bmal1 (brain and muscle ARNT-like).

Estos representan una forma de controlar los circuitos moleculares que generan el ritmo y que activan todos los procesos vinculados a los ciclos circadianos. Por ello, entre otras funciones, se encargan de regular cientos de genes relacionados con funciones fisiológicas clave, como el crecimiento celular, la reparación del daño del ADN, la función inmunitaria y muchos otros procesos metabólicos.

De hecho, el reloj circadiano de las células cutáneas se centra en cuatro tareas principales:

  • Regeneración del metabolismo
  • Proliferación celular
  • División celular
  • Diferenciación queratinocítica para activar mecanismos naturales que ayudan a reparar el daño en la piel, especialmente la barrera cutánea

Las tres primeras funciones tienen lugar en la capa basal de la epidermis durante la tarde/noche; mientras que, por la noche, llega el momento de la diferenciación queratinocítica.

Como puede deducirse a partir de las diferentes funciones relacionadas con la reparación del daño en la piel que se han mencionado, la alteración de los ciclos circadianos activa un efecto dominó en la piel que puede acarrear problemas con las funciones celulares. Los efectos de las alteraciones del sueño (y, como consecuencia, del ritmo circadiano) en la piel pueden ser más o menos graves:

  • Una alteración de la barrera protectora de la piel, que puede desencadenar un aumento de la pérdida de agua transepidérmica (TEWL por sus siglas en inglés) y sequedad, entre otras cuestiones.
  • Modificaciones en la proliferación y diferenciación celular, lo cual significa que el equilibrio entre el crecimiento celular y la muerte celular pueden verse alterado, y contribuir así a aumentar la probabilidad de desarrollar afecciones cutáneas, como psoriasis o queratinización anormal.
  • Cambios en la producción de melatonina: los efectos de la melatonina en el cuerpo y la piel consisten en actuar como un potente antioxidante, como protector contra la peligrosa radiación ultravioleta (UV) y como agente para la mejora de la hidratación de la piel y de su función barrera. Dado que la producción de melatonina la regula el ritmo circadiano, dichas alteraciones pueden implicar una disminución de la capacidad de reparación del daño en la piel. Y es que, recientemente, se observó que el deterioro de un receptor de melatonina (MTR1) puede suponer una mayor tendencia al daño celular y a la falta de reparación de los daños en la piel de la melatonina (Serravallo, M., et al., 2013).
  • Incremento del estrés oxidativo: como el ritmo circadiano ayuda a coordinar los mecanismos antioxidantes de defensa de las células cutáneas, las alteraciones en esa área pueden conllevar un aumento del estrés oxidativo en las células.

Reparación del daño en la piel mediante la resincronización del ritmo circadiano

A medida que la industria cosmética se adentra en una nueva era en la que la belleza y la salud de la piel se abordan de una manera holística, los productos de belleza relacionados con el sueño van ganando terreno. Esto lo corrobora, en parte, el aumento de productos faciales formulados con melatonina o con efectos similares a los de esta hormona, que potencian los beneficios de la melatonina que hemos mencionado anteriormente.

Así pues, las marcas buscan fórmulas novedosas para la reparación del daño en la piel y, en ese sentido, es importante tener en cuenta el éxito que tiene fomentar una buena higiene del sueño y una reducción del estrés, como parte de la narrativa del bienestar, que triunfa en la industria de la belleza actual.

Este es precisamente el contexto en el que aparece Circanblue™ de Provital. Un innovador activo postbiótico vegano, capaz de volver a sincronizar el biorritmo natural de la piel, con el objetivo de combatir la desincronización del ciclo circadiano causada por los dispositivos digitales, y así favorecer un envejecimiento saludable de la piel.

Gracias a su efecto integral sobre la resincronización epidérmica de los relojes biológicos y los procesos celulares que estos regulan, Circanblue™ ha demostrado eficacia in vitro en las siguientes áreas:

  • Sincronización de 24 h de la expresión génica de los genes Clock y Bmal1 en los queratinocitos primarios humanos (HPK por sus siglas en inglés)
  • Aumento de la expresión génica de algunas proteínas vinculadas a la reparación circadiana
  • Aumento de la expresión génica de enzimas desintoxicantes activadas por los ciclos circadianos

Asimismo, estos fantásticos avances también se alinean con los aclamados probióticos y los productos para el bienestar fermentados. En esa línea, pero dentro del sector del cuidado de la piel, Circanblue™ se obtiene a partir del lisado del probiótico Lactococcus lactis, por lo que se deriva de una fermentación bacteriana vegetal y se confirma así su origen vegano.

En resumen, Circanblue™ brinda a las marcas una oportunidad para adentrarse en la biotecnología moderna y adaptarse a las tendencias que los consumidores reclaman para la reparación del daño en la piel, con productos sostenibles y respaldados por la ciencia.

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