Hay muchos factores que están estimulando la difusión de las tecnologías sostenibles en la industria cosmética: desde el cambio climático hasta la nueva legislación o las nociones sobre salud en constante evolución de los consumidores. La innovación está creciendo a gran velocidad. Además, este fenómeno se intensifica gracias a una mayor disponibilidad de ingredientes sostenibles y sensibilización pública, que muchas veces promueve la propia industria. Según un estudio de Unilever, en la actualidad, un tercio de los consumidores basan sus decisiones de compra en el impacto social y medioambiental de la marca.
Esta presión para hacer la industria más sostenible es más fuerte que nunca. Ya hemos observado un cambio considerable hacia las fórmulas naturales y ecológicas y, ahora, esta concienciación ambiental se está extendiendo a todas las secciones de la cadena de suministro. Las marcas trabajan para que sus procesos sean respetuosos con el medioambiente en todos los sentidos, aplicando tecnologías sostenibles a la fabricación, envasado y gestión de residuos.
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Una cadena de suministro completamente transparente
La noción de sostenibilidad de los consumidores es cada vez más sofisticada. De ahí el cambio de lo natural u orgánico a lo «clean». Los consumidores ya entienden que aunque un producto sea natural, esto no significa que sea necesariamente de abastecimiento ético. De hecho, muchos cultivos son ingredientes naturales, pero está demostrado que el cultivo intensivo conlleva un daño medioambiental enorme. Del mismo modo, muchos tipos de cultivos usan grandes cantidades de agua y residuos.
Por el contrario, el concepto «clean» está adquiriendo un mayor prestigio. Implica que los ingredientes se producen de forma ética, segura y respetuosa con el medioambiente, con independencia de que sean sintéticos u orgánicos. Este enfoque cada vez más sofisticado de la sostenibilidad está respaldado por una creciente demanda de transparencia total en lo que respecta a los ingredientes, por lo que las empresas deben proporcionar información de forma accesible e inteligible sobre cómo formulan sus productos. Esto ha supuesto un aumento de las certificaciones de la industria reconocibles, como la de COSMOS para cosméticos orgánicos o la de Credo Clean Standard.
Las tecnologías sostenibles están transformando nuestro punto de vista
Teniendo en cuenta esta actitud cada vez más sofisticada hacia las prácticas respetuosas con el medioambiente, las tecnologías sostenibles están perfeccionando cada aspecto del proceso de producción. La fabricación está cada vez más encaminada hacia la eficiencia, reduciendo la energía y el consumo de agua y estableciendo objetivos de «zero waste» (ningún residuo). El envasado reciclable predomina también cada vez más, con materiales de abastecimiento sostenible como los revestimientos a base de agua o las tintas derivadas de productos vegetales. Asimismo, los bioplásticos son un área en expansión con la que se pretende reducir la dependencia de la industria de los derivados del petróleo.
Además, las tecnologías sostenibles de laboratorio están trasladando su interés de los envasados a las mismas fórmulas. Por otro lado, como las reservas petroquímicas están disminuyendo físicamente y los consumidores intentan evitar estas sustancias de forma activa, las empresas de cosmética están intentando crear alternativas derivadas de las plantas. Las marcas, inspirándose en la agroquímica «respetuosa con el medio ambiente» y en la oleoquímica, están creando ingredientes artificiales, «clean» y «naturales». Puede sonar contradictorio, pero los consumidores preocupados por el medioambiente lo aprueban. Según el informe de tendencias para el 2030 de Mintel, los productos artificiales serán los nuevos productos orgánicos y sin experimentación animal.
El compromiso de Provital con la sostenibilidad
Cuidar de los demás es la fuerza que nos hace avanzar y constituye nuestro compromiso con las personas, las comunidades y el planeta. Por eso, Provital está comprometida por completo con las tecnologías y prácticas sostenibles. En la actualidad, Provital emplea una economía circular que busca eliminar los residuos a través de una reutilización continua de los recursos. En estos momentos, recuperamos el 82 % de nuestros residuos, lo que supone un aumento del 8 % en los últimos 10 años. Estas prácticas hacen que nuestro catálogo sea realmente «clean», y esto está certificado con rigor. Además, informamos a nuestros clientes de forma clara mediante la certificación COSMOS para cosméticos orgánicos.
Nuestro compromiso con la sostenibilidad y la producción ética abarca cada aspecto de la cadena de suministro. Provital está orgullosa de ser el primer proveedor de ingredientes cosméticos global que cumple con los requisitos del Protocolo de Nagoya. Por otra parte, nuestros programas de responsabilidad social han sido aclamados a nivel internacional. Por ejemplo, nuestra colaboración con Mujeres y Ambiente en Querétaro, México, ha sido galardonada con el Premio Ecuatorial para iniciativas socialmente responsables y sostenibles. Más cerca de nuestro hogar, el proyecto BioDeVaTe estrecha nuestros lazos con los productores locales de productos botánicos para minimizar nuestra huella de carbono.
Cuando actuamos, cuidamos, y en Provital trabajamos constantemente para desarrollar tecnologías sostenibles que nos ayuden a nosotros y a la industria en general a cuidar de forma activa del planeta, las personas, las comunidades y los consumidores.
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