Someter la cosmética a prueba: el reto de los ingredientes naturales

El hecho de poner la cosmética a prueba toma un nuevo significado cuando hablamos de cosméticos ecológicos o naturales. La tendencia al alza de los ingredientes naturales en los cosméticos refleja una creciente demanda de los consumidores de productos naturales, ya que se perciben como más seguros, más sostenibles y acordes con los principios del bienestar. Sin embargo, tanto las marcas como los creadores de ingredientes deben tener en cuenta que la formulación de estos productos presenta varios retos singulares, algunos de los cuales están directamente relacionados con la estabilidad.

Debido a la creciente concienciación sobre el impacto potencial de las sustancias químicas sintéticas en la salud y el medio ambiente, los consumidores buscan activamente productos cosméticos formulados con ingredientes naturales. Como respuesta, las marcas integran cada vez más extractos botánicos, aceites vegetales y otros componentes naturales en sus productos.

Además, tanto las marcas como los consumidores se centran en mejorar la transparencia y la sostenibilidad de los ingredientes y optimizar su eficacia. En este sentido, el mundo de la cosmética natural se ha convertido en terreno fértil para importantes avances en pro de una mayor sostenibilidad en la industria cosmética, tales como el uso de endófitos vegetales para el desarrollo de ingredientes.

Dado que cada vez más fórmulas de éxito incorporan ingredientes naturales, resulta fundamental entender las pruebas que deben llevarse a cabo para optimizar la estabilidad de los cosméticos de origen vegetal.

¿Qué significa poner la cosmética a prueba?

Al someter la cosmética a prueba designamos los procesos que evalúan la estabilidad física, química y microbiológica de un producto cosmético a lo largo del tiempo.

El objetivo es garantizar que el producto mantenga la calidad, eficacia y seguridad previstas durante toda su vida útil, a pesar de las distintas condiciones de almacenamiento, como las fluctuaciones de temperatura, la exposición a la luz y la humedad.

Cuando ponemos la cosmética a prueba hay tres aspectos que debemos examinar :

• Estabilidad física: evalúa los cambios de aspecto, color, olor, textura y viscosidad del producto. De esta manera, se garantiza que el producto mantenga los atributos sensoriales deseados y se descarta cualquier cambio indeseable (como la separación de fases, la cristalización o la precipitación).
  
• Estabilidad química: este tipo de pruebas evalúa la degradación de los principios activos, conservantes y otros componentes de la formulación, identificando las posibles reacciones o interacciones que puedan producirse entre los ingredientes, dando lugar a cambios en la composición del producto o a la formación de impurezas.
  
• Estabilidad microbiológica: se evalúa la susceptibilidad del producto a la contaminación y el desarrollo microbianos a lo largo del tiempo. Este tipo de prueba de estabilidad también evalúa la eficacia de los conservantes para evitar la proliferación microbiana a lo largo de la vida útil del producto.

Por qué el reto de poner la cosmética a prueba es mayor cuando se trata de ingredientes naturales

Los ingredientes naturales presentan ciertas particularidades que deben tenerse en cuenta a la hora de someter la cosmética a prueba, entre ellas:

• Oxidación: los principios activos naturales son propensos a la oxidación cuando se exponen al aire, la luz y el calor, lo que puede provocar cambios de color, olor y eficacia que deben comprobarse. Por ejemplo, algunos principios activos naturales contienen enlaces insaturados (como los dobles enlaces de los ácidos grasos o los polifenoles de los extractos vegetales), que son más susceptibles a la oxidación por las especies reactivas del oxígeno (ERO) presentes en el medio ambiente.
  
• Ausencia de conservantes sintéticos: la inclusión de conservantes naturales como alternativas a las opciones sintéticas es, precisamente, una de las principales ventajas de las formulaciones naturales que perciben los consumidores. Sin embargo, para garantizar el mantenimiento de la estabilidad microbiológica, estos conservantes naturales deben someterse a pruebas adecuadas.
  
• Problemas potenciales de compatibilidad: los creadores de cosméticos deben garantizar la compatibilidad entre los ingredientes naturales, ya que algunos pueden interactuar de forma impredecible, afectando a la estabilidad y eficacia del producto final.
  
• Emulsiones: los cosméticos naturales que contienen emulsiones presentan sus propios retos, ya que pueden ser especialmente susceptibles a problemas de estabilidad como la separación de fases o la degradación de la emulsión. Si bien los cosméticos convencionales pueden emplear emulsionantes y estabilizantes sintéticos, que ayudan a mantener la estabilidad de la emulsión a lo largo del tiempo, para las formulaciones de cosméticos con ingredientes naturales se deben desarrollar estrategias propias y aplicar los métodos de prueba de estabilidad adecuados.

Cómo afrontar el reto de someter la cosmética a prueba con formulaciones naturales

Según un estudio de Business Research Insights, se espera que el mercado mundial de la cosmética natural crezca a una TCAC del 7,5 % hasta 2028, alcanzando los 16.520 millones de dólares en ese año. Ésta y otras previsiones positivas refuerzan la necesidad de desarrollar estrategias específicas para las formulaciones naturales, que se transformen en productos diferenciados y de éxito en un mercado cada vez más saturado. Muchas de estas estrategias deben abordar, de manera obligada, cuestiones de formulación y someter la cosmética a prueba como aspecto clave.

En este contexto, para tener éxito, quienes formulan cosméticos dentro del segmento natural deben centrarse en los siguientes aspectos:

• Una cuidadosa selección de ingredientes, para elegir aquellos ingredientes botánicos con perfiles de estabilidad conocidos. Dado que no todos los extractos botánicos son iguales, conviene elegir ingredientes menos propensos a la degradación o a los cambios de color, con un historial de uso en cosméticos sin problemas significativos de estabilidad.
  
• Una formulación óptima ha de equilibrar la inclusión de ingredientes botánicos, agentes estabilizadores, antioxidantes y conservantes, además de minimizar las posibles interacciones no deseadas.
  
• Se deben aplicar protocolos rigurosos de pruebas de estabilidad adaptados a los ingredientes botánicos naturales. Pueden incluir factores como las variaciones estacionales, el origen geográfico y los métodos de extracción, así como estudios de envejecimiento acelerado y pruebas de estabilidad en tiempo real, simulando el comportamiento del producto en distintas condiciones de almacenamiento a lo largo del tiempo.
  
• Deben aplicarse también prácticas adecuadas de fabricación y medidas de control de calidad, para garantizar la consistencia y pureza de los ingredientes botánicos.

En general, estas decisiones deben dar lugar a un enfoque global que aborde las pruebas de estabilidad de los cosméticos naturales y sus particularidades, abordando eficazmente los posibles retos y garantizando la máxima eficacia y seguridad.

En Provital, estamos a la vanguardia en el desarrollo de cosméticos naturales, trabajando en la intersección entre ciencia y tecnología cosmética, para llevar los ingredientes naturales a un nuevo nivel. Mediante pruebas cosméticas de alta tecnología, hemos podido desarrollar una nueva generación de procedimientos cosméticos, que incluyen pruebas de estabilidad a medida para los ingredientes naturales.

Nuestro ingrediente dermohacking Altheostem™ representa un ejemplo clave dentro de estos logros, un producto de alta calidad para el bienestar y el buen envejecimiento, sin ninguno de los conservantes sintéticos convencionales.

El resultado es un enfoque holístico en la formulación de ingredientes, que eleva la eficacia y la seguridad de los ingredientes a los niveles más altos.