Biocosmética: por qué es el nuevo diferenciador de marca

La biocosmética representa un paso más en la evolución del cuidado natural de la piel, ofreciendo un 99% de ingredientes de origen vegetal. Aunque los ingredientes naturales le aportan a nuestro cabello, piel y cuerpo múltiples beneficios, las marcas de belleza necesitan seguir avanzando, ya que en el mercado de la belleza y el cuidado personal pueden surgir nuevas dinámicas.

La biocosmética propone una respuesta concreta a estas demandas del nuevo consumidor que las marcas deben abordar.

No cabe duda de que el movimiento de la belleza natural continúa moldeando a la industria a medida que los consumidores se van fijando más en los ingredientes utilizados en los productos de belleza y cuidado personal.

Ya en 2019, los clientes buscaban activamente lo sano y un 44% está de acuerdo en que los ingredientes naturales son más seguros que sus equivalentes mainstream sintéticos. Esto se cumple especialmente entre las mujeres en la franja de edad de los 25 a los 54 años.

Esta tendencia parece haber llegado para quedarse y actualmente las mujeres afirman que estarían dispuestas a pagar más por productos con ingredientes naturales. Sin embargo, conforme el segmento más joven de este grupo se va haciendo mayor, su preferencia por los ingredientes naturales se convierte en algo que se da por sentado y no en un extra.

Ello sugiere que ‘natural’ dejará de ser un diferenciador de marca efectivo, incluso pese a contar con certificados que acrediten que se trata de productos naturales y orgánicos. Aquí es donde entra la biocosmética y en este artículo la analizaremos en detalle.

¿Qué es la biocosmética?

La biocosmética engloba a los productos de cuidado corporal elaborados con ingredientes naturales de origen vegetal. Estas materias primas no tienen por qué proceder de cultivos orgánicos, sino que se pueden cultivar utilizando técnicas tradicionales o ser el resultado de procesos innovadores de cultivo en laboratorios. 

Desde las fórmulas para la curación de tatuajes a las que restablecen la elasticidad de la piel o el bienestar capilar, las soluciones naturales son cada vez más eficaces y populares entre los consumidores saludables. La biocosmética va un paso más allá.

Características de la biocosmética

Los siguientes puntos resumen las características principales de la biocosmética:

• 99% o más de sus componentes deben ser de origen vegetal
• No debe contener conservantes, tintes, siliconas u otras sustancias artificiales
• En ningún caso debe haberse testado en animales
• El packaging siempre debe ser reciclado o reciclable
• El impacto medioambiental de la producción de biocosmética es mínimo, al igual que el de otros procesos como el transporte y el almacenamiento
• Los productos de biocosmética deben contar con certificados Ecocert, Cosmébio, USDA o BDIH

Independientemente de que se produzca de forma orgánica o científica, la sostenibilidad es siempre una característica especial. La biocosmética asume que en ocasiones las técnicas de cultivo más sostenibles tienen lugar en los laboratorios, así que los investigadores tratan de encontrar los procesos más vanguardistas de cosechar ingredientes naturales. Provital ya está desarrollando ingredientes a base de células madre vegetales y en nuestro portfolio contamos con los activos Lingostem™, Orchistem™, y Citrustem™. Por ejemplo, Orchistem™ utiliza células madre de orquídea cultivadas en laboratorio para desbloquear las propiedades rejuvenecedoras de la planta. Las células madre de orquídea estimulan la comunicación entre las células madre de la piel y los fibroblastos, proporcionando un efecto global de rejuvenecimiento.

¿Es efectiva la biocosmética?

Pese a la constante demanda de ingredientes naturales, hay una cuestión que sigue siendo factor clave en las decisiones de compra: la eficacia. Los ingredientes naturales o de biocosmética deben cumplir su propósito concreto, especialmente para satisfacer a las consumidoras más jóvenes, que son las que más investigan. En última instancia, su elección de productos se basará en la eficacia, así que las marcas deben evitar los engaños. 

Está claro que se ha montado mucho alboroto con las credenciales naturales de la biocosmética, pero ¿funcionan realmente? Aunque es difícil generalizar, la biocosmética tiene una ventaja: su composición natural hace que crear fórmulas hipoalergénicas y suaves sea más fácil. 

Cómo distinguir qué es biocosmética y qué no lo es

La realidad es que no existe una certificación que se centre en verificar si un producto cosmético pertenece a la categoría de biocosmética o no. 

No obstante, atendiendo a las características que hemos descrito más arriba, es posible hacer un checklist de verificación que los consumidores pueden realizar para determinar si un producto cosmético puede pertenecer a esta categoría:

• El checklist comienza en el INCI, la Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos, es decir, la lista de ingredientes que conforman un cosmético. En este punto, es posible fijarse en si el cosmético contiene productos químicos sintéticos en su elaboración, incluyendo los parabenos, ftalatos, petrolatos, o las fragancias artificiales. 
• Respecto al testeo en animales, algunas de las certificaciones más conocidas incluyen las desarrolladas por PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), CCF (Choose Cruelty Free) y Leaping Bunny.
• Finalmente, como comentábamos más arriba, existen certificaciones orientadas a certificar algunas de las características que definen un biocosmético, destacando las certificaciones de Ecocert, Cosmébio, USDA o BDIH.

Beneficios de la biocosmética

La piel humana tiene la propiedad de absorber casi inmediatamente cada producto con el que entra en contacto. Exponerse a químicos innecesarios eleva las probabilidades de sufrir daños en la salud.

Por ello, elegir biocosmética para un cuidado de la piel orgánico y natural debe ser una prioridad para quien busca un estilo de vida saludable. Hacerlo aporta beneficios como:

1. Productos amigables con la piel. Los ingredientes utilizados en el cuidado de la piel orgánico cumplen con los mismos estándares que los alimentos orgánicos. No incluyen productos químicos agresivos, pesticidas o fertilizantes. A corto plazo, los ingredientes sintéticos pueden hacer que la piel se vea más brillante, pero a largo plazo pueden causar irritación, sensibilidad y poros obstruidos. La biocosmética es eficaz y, a la vez, permite que la piel se equilibre y se recupere.
2. Evitar problemas serios de salud. Los productos cosméticos que no son naturales a menudo contienen sustancias químicas que alteran el sistema endocrino, como ftalato o parabenos, entre otros. Se trata de elementos carcinógenos que afectan a los sistemas inmunológico, reproductivo y endocrino. Cuando usamos más productos de ese tipo, aumenta la acumulación de concentraciones tóxicas en el organismo, lo que eventualmente puede causar problemas de salud graves.
3. Respetar al medio ambiente. Los productos naturales para el cuidado de la piel están hechos de ingredientes orgánicos que se cultivan y producen de manera sostenible. La biocosmética no solo es lo más adecuado para nuestra piel y salud interna, sino que además tienen un valor extra: que impacta positivamente en el medio ambiente.

Combinación de naturaleza y ciencia

El mercado de la belleza es extremadamente competitivo y las marcas a menudo dependen de sus ingredientes para destacar de entre la multitud. Las mujeres, sobre todo las jóvenes, esperan que las marcas utilicen ingredientes naturales. Esto es lo que hace que la biocosmética se haya convertido en una propuesta tan atractiva: con cerca de un 100% de ingredientes de origen natural, estos productos crean un diferenciador clave en un mercado saturado.

Además, cuenta con el increíble potencial de responder a la demanda de eficacia, ya que el propósito de la biocosmética es combinar naturaleza y ciencia. Estamos seguros de que en el futuro veremos más marcas de biocosmética en primera línea gracias a la combinación de innovación y naturaleza.